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Hace años cuando era necesaria una colecistectomía, ósea, extirpar la vesícula ya sea por “piedras” (cálculos, litos) u otras enfermedades, era necesario hacer una gran herida de aproximadamente 15 cm debajo de la costilla derecha y pasar varios días hospitalizado para recuperarse. Regresar a la actividad laboral tardaba entre 3 y 4 semanas.

Actualmente la cirugía laparoscópica o lo que muchos pacientes conocen como cirugía laser de forma errónea (introducir una cámara a través del ombligo y usar 2 o 3 instrumentos de 5mm) ha cambiado de manera drástica la recuperación y el dolor postoperatorio de los pacientes, así como la reincorporación a su vida laboral de forma temprana.

La vesícula biliar es un órgano que concentra bilis proveniente del hígado y se encuentra debajo del mismo. Cuando ingerimos alimentos, sobre todo los que contienen grasas (huevo, aceites, nueces, aguacate, lácteos) se contrae para liberar la bilis hacia el intestino ayudando al proceso digestivo. Sin embargo, el extirparla, no tiene consecuencias conocidas a largo plazo.

La enfermedad más común es producida por cálculos, que son pequeñas piedras que se  forman en su interior debido a cambios en la concentración de la bilis de colesterol o sales biliares. Cuando son pequeños pueden pasar a los conductos que la comunican al intestino y obstruirlos produciendo un aumento de bilirrubina en la sangre que condiciona la aparición de una coloración amarilla en los ojos y en la piel. Las piedras que se impactan en la salida de la vesícula pueden producir inflamación de la misma e infección o hasta una peritonitis.

Si sus síntomas se relacionan con problemas de la vesícula su médico le pedirá un ultrasonido. Si se confirma el diagnóstico existen dos opciones:

  • No operarse: Tratarse con medicamentos, dieta y ejercicio, lo cual tiene una tasa muy baja de éxito y con riesgo de padecer complicaciones (colecistitis, coledocolitiasis, pancreatitis, peritonitis).
  • Operarse: Es el tratamiento ideal y más seguro para prevenir complicaciones derivadas de la impactación o paso de las piedras a través de la vía biliar.

 

Si decide operarse su cirujano le  pedirá estudios de sangre y rayos x,  o un electrocardiograma según su edad y enfermedades previas. Le ingresará sin haber tomado alimentos entre 4 y 8hrs antes, y si toma medicamentos para controlar la presión u otras enfermedades es importante que le pregunte si los tomará como de costumbre.

Idealmente la cirugía se realiza bajo anestesia general. En ocasiones, si el cirujano lo determina necesario, se puede tomar una radiografía durante la cirugía (Colangiografía) para verificar si  alguna piedra pasó a las vías biliares, y si esto se confirma su cirujano decidirá si extraerlas durante o después de la cirugía.

En ocasiones el especialista puede convertir su cirugía a cirugía abierta, esto quiere decir que no se pudieron observar o identificar adecuadamente las estructuras más importantes para realizar una CIRUGIA SEGURA por lo que el tamaño de la herida pasa a segundo plano para darle  prioridad a preservar las vías biliares integras y los órganos que están a su alrededor y lo primordial, la VIDA.

Existen diversos factores relacionados con una mayor probabilidad de convertir una cirugía, como tener cirugías previas que condicionen cicatrices internas, obesidad o cuadros repetitivos de inflamación de la vesícula.

Si la cirugía es exitosa por vía laparoscópica y no existieron complicaciones, la mayoría de los pacientes pueden regresar a casa al siguiente día. Incluso existen ciertos programas de cirugía ambulatoria donde el paciente es operado por la mañana y egresa por la tarde a su hogar.

Ninguna cirugía está exenta de complicaciones. Puede producirse infección en las heridas, hemorragias, neumonía, coágulos en las piernas o en pulmones, perforación de vía biliar o intestino delgado o grueso, fuga de bilis, choque anafiláctico o muerte.

Es de suma importancia que durante su consulta con el especialista en cirugía se determine si usted es candidato a cirugía convencional abierta o laparoscópica para poder ofrecerle la mayor seguridad y recuperación pronta que todo paciente desea.

Recuerde seguir una dieta balanceada y realizar actividad física para evitar complicaciones de la obesidad y los trastornos metabólicos que pueden condicionar que su colesterol se mantenga elevado y aumente el riesgo de padecer este tipo de enfermedades.

 

“Tanto prevalece la salud por sobre todos los bienes exteriores que probablemente un mendigo sano sea más feliz que un rey enfermo

 

                                                                                         -Arthur Schopenhauer

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